El gran tenor dejo un gran legado de más de 90 albumes y quedará en la memoria de sus seguidores como el mejor tenor, y Embajador de Italia.
Al igual que la mayoría de los niños italianos, Luciano Pavarotti solía soñar con ser una estrella del fútbol. En cambio, se convirtió en una estrella de la opera y llenó los estadios con audiencias que querían oírlo cantar en lugar de verlo jugar con una pelota. Durante su juventud, los padres de Pavarotti querían que él tuviera un trabajo estable y durante un tiempo fue vendedor de seguros y profesor.
Pavarotti murió a los 71 años. El voluminoso y barbudo tenor, considerado el mejor de su generación, saltó a la fama tras una aparición como suplente en el Covent Garden de Londres en 1963 y rápidamente obtuvo críticas entusiastas por su poderosa voz.
Quizás su mayor regalo al mundo de la música fue cuando se reunió con las estrellas españolas Plácido Domingo y José Carreras en la Copa del Mundo de 1990 en Italia, e introdujo los clásicos de la ópera a una audiencia estimada de 800 millones de personas a lo largo del planeta.
Décadas después, Pavarotti era aún uno de los cantantes clásicos mejor pagados, aunque sus apariciones públicas eran menores y más espaciadas entre sí.
(Noticias Reuters/Foto fuente externa).
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